viernes, 30 de octubre de 2009


"Vamos a Londres", me cuesta recordar con exactitud en qué momento tus labios comenzaron a bailar para reproducir aquella frase. Tengo en mi mente muchos colores, un espejo y un tulipán... "Londres, Londres!"- gritabas y saltabas como loco-, pareciese que en cualquier momento un disparo nos iba a llegar y todo iba a quedar en silencio, así como un el sonido del quiebre de un cristal, un sonido estremecedor que te llevaría del extasis hasta el mas intimo y espantoso silencio.
Mi mente se nubla, colores por todos lados, un poco de luz, Iremos allá, lo ves? te das cuenta?, seguiás diciendolo cuan loco desesperado en un psiquiatrico, con un mapa en mano.
No lograba entenderte, el reloj marcaba intensamente cada segundo, era un ir y venir, tu dabas vueltas y vueltas alrededor del jardín lleno de tulipanes que realzaban aun mas tu delirio.
Te miraba, realmente no lograba comprenderte y seguías repitiendo enfermizamente como si no necesitaras respirar, todo en tu mundo era perfecto. Pensaba tan solo si pudiese mezclarme, si pudieses tomarme y llevarme hacía él, tan solo un instante sentir esa locura, ese desenfreno, olvidarme del dolor, del pasado, del futuro e incluso del presente, del maldito reloj que amenaza constantemente, sólo tu, solo yo y los tulipanes.

Londres, ¿lo recuerdas?